A la hora de elegir una soldadora, lo primero que debemos hacer es definir nuestras necesidades. Nos preguntaremos (con exactitud) qué necesitamos y para qué lo necesitamos.
En el mercado existe una importante variedad de máquinas, dependiendo de la experiencia con la que contemos, el presupuesto que tengamos, el resultado que precisemos y el tipo de trabajo que debamos realizar, entre otras cuestiones.
Ya sea que queramos emprender tareas de reparaciones, mantenimiento, mecánica, taller, obras de exterior o interior, entre otros, deberemos considerar el grosor y tipo de material que vamos a soldar, el tiempo que vamos a dedicar a la soldadura y la frecuencia con la que lo haremos.
Te mostramos 4 tipos principales de equipos para diferentes perfiles de usuario:
Máquinas hobbistas: Dirigidas al segmento de uso esporádico, casero o no profesional: Si bien no brindan grandes prestaciones, tienen un costo bastante accesible. Tampoco cuentan con una tecnología de avanzada, pero sirven mucho para aprender el oficio.
Trabajan con un amperaje bajo y son ideales para aprender a soldar o ser consideradas como máquina de uso secundario, para utilizar en apuros o incluso para realizar alguna instalación menor.
La gran mayoría de este segmento son soldadoras mini.
Máquinas profesionales: Si bien no están diseñadas para trabajar todo el día, se consideran una buena opción para continuar el camino hacia la profesionalización del oficio e invertir luego en una más avanzada.
Máquinas semi-industriales o industriales livianas: Aunque no cuentan con el grado más alto de tecnología, tienen componentes de calidad mucho mayor que las mencionadas previamente. Cuentan con mayoeres ciclos de trabajo.
Máquinas industriales: 100% enfocadas a la industria, se las llama “power tools” en el sector. Permiten un uso constante y diario por sus elevados cilcos de trabajo que alcanzan hasta el 100%. Sus componentes son de la calidad más alta.
Algo importante a tener en cuenta, además de todos los factores que mencionamos anteriormente a la hora de elegir la máquina ideal, es considerar el servicio de post-venta que la marca pueda ofrecernos. Si necesitamos algún repuesto o se daña un elemento, es fundamental poder reponerlo o repararlo con la ayuda de la empresa que nos vendió el producto.
Si continuás con dudas respecto del equipo necesario para comenzar a soldar, te invitamos a ponerte en contacto con nuestros asesores especializados. ¡Sabemos cómo orientarte en la dirección correcta!